En el décimo aniversario de su existencia como grupo, SEVENTEEN apaga las velas de una década con la feroz ráfaga de un huracán. 'Happy Burstday', el quinto álbum de estudio del grupo surcoreano, no es solo una celebración, es una implosión. Un manifiesto de reinvención. Una explosión sónica que mezcla pasado, presente y una chispa luminosa del futuro, como si el tiempo mismo fuera una banda elástica estirada lista para romperse.
El nombre en sí revela el espíritu del proyecto: 'Happy Burstday' fusiona las palabras "feliz cumpleaños "y" burst "para expresar la energía explosiva del renacimiento de SEVENTEEN, capturando su deseo de reinventarse como un "nuevo SEVENTEEN" y abrazar una nueva era sin miedo más allá de su primera década.
El álbum comienza con un puñetazo en el pecho: 'HBD' arranca explosivamente, con atronadores tambores y ardientes riffs de guitarra que se sienten como si estuvieran saliendo de un escenario en llamas. Es un himno de apertura que grita en neón que DIECISIETE no ha envejecido, solo han subido el volumen. Luego viene 'Thunder', golpeando como una tormenta en la pista de baile, sumergiéndose en el frenesí electrónico de principios de la década de 2000 con una producción impecable digna de los mayores festivales de verano. 'Bad Influence', producido por Pharrell Williams, seduce con tonos suaves y ritmos pop refinados, demostrando que crecer también puede significar bailar despacio con el caos.
—
—
Pero 'Happy Burstday' no se detiene en lo explosivo, también es expansivo. Por primera vez en la carrera del grupo, cada uno de los 13 miembros ofrece una pista original en solitario, y es entonces cuando el álbum se fragmenta como un cristal multifacético. Este es el momento que exige más que pasión por parte del fanático: requiere paciencia, apertura y voluntad para explorar el laberinto de cada identidad.
Como era de esperar, las pistas en solitario revelan profundidades y alturas, pero 'Damage' de Hoshi es uno de los puntos culminantes: una inmersión nocturna en ritmos pesados, producida por Timbaland, donde el cuerpo baila antes de que la mente siquiera entienda por qué. Vernon brilla en la vibrante 'Estrella Brillante'. En 'Jungle', S. Coups entrega su dominio: hip-hop arenoso y adictivo, como el liderazgo que lo ha llevado durante diez años.
Los momentos más suaves y confesionales también encuentran su lugar. 'Coincidence' de Jeonghan,' Happy Virus 'de DK y 'Destiny' de Woozi muestran aspectos familiares y sinceros de los artistas. Jun y The8 deslumbran en sus mundos etéreos con 'Gemini' y 'Skyfall', pistas que bailan delicadamente en la cuerda floja entre el sueño y el deseo, mientras Seungkwan se mueve con la balada 'Raindrops'. Dino es adictivamente audaz en 'Trigger', Mingyu convierte 'Shake It Off' en un desfile fanfarrón de bajo sucio, y Joshua y Wonwoo ponen sus voces a trabajar en' Fortunate Change 'y' 99.9%', canciones que fácilmente podrían ser la banda sonora de un drama romántico.
La fuerza de 'Happy Burstday' radica precisamente en esta danza entre la unidad y la individualidad. Pero ahí es también donde el álbum flaquea: al dar voz a tantas identidades a la vez, a veces se pierde en su propia ambición. Es un disco valiente — pero no siempre cohesivo: un mosaico en el que algunas piezas brillan brillantemente, mientras que otras no encajan con la misma fuerza. Aun así, es un trabajo que deja al descubierto la complejidad de mantener intacto a un grupo sin renunciar a quién eres. Un regalo que no se desenvuelve fácilmente, pero que recompensa a quienes se acercan con tiempo, oídos y corazón.
Y cuando termina la última pista, lo que queda no es solo la celebración de un viaje, sino la inquietud de quienes aún tienen mucho que decir. Happy Burstday no es el período final de una historia victoriosa, es la coma audaz de un grupo que se niega a permanecer igual. En lugar de dormirse en los laureles, SEVENTEEN elige explotar de nuevo, comenzar de nuevo, vivir de nuevo.
Porque, al final, tal vez crecer es solo eso: tener el coraje de ser nuevo, incluso después de diez años inolvidables.
8/10
Palabras: Isadora Wandermurem
En el décimo aniversario de su existencia como grupo, SEVENTEEN apaga las velas de una década con la feroz ráfaga de un huracán. 'Feliz Día de la explosión',