Siempre ha habido una cierta calidez en el mundo sonoro de Alex G. Una familiaridad inexpresable, a menudo inquietante, que hace que los oyentes vuelvan una y otra vez, ya sea porque le siguen desde sus autoeditaras en Bandcamp o por la improbable viralidad en TikTok de ‘Treehouse’ hace unos años. Está en su imperfecta voz, íntima incluso cuando la rocía de auto-tune. En su inclinación por las melodías, que parecen grabadas en tu cerebro como un recuerdo de la infancia. Y en todo lo que las rodea, paisajes sonoros ricos que van desde suaves tintineos de guitarra hasta electrónica distorsionada y puro hardcore. Y también en ‘Headlights’.
La nueva oferta de Giannascoli puede ser su primer paso con una discográfica grande, pero su firmeza en esa cálida luz no flaquea a medida que se aleja del estilo DIY. La apertura y segundo sencillo, ‘June Guitar’, es prueba inmediata, envolviendo sus reflexiones sobre el amor y la juventud en hermosos tintineos y un acordeón en crescendo. ‘Real Thing’ muestra la inalterable capacidad de Giannascoli para las palabras, entretejiendo la frase del título en distintos contextos, sin revelar del todo su significado real. “No, nunca pensé que yo fuera lo auténtico”, canta, una declaración que sigue desmentiendo en ‘Headlights’.
La electrónica efervescente toma protagonismo en ‘Bounce Boy’, un punto alto del álbum que muestra a Giannascoli en las nubes, mientras ‘Oranges’ revela su lado más suave. Es un regreso suave a la juventud de sus primeros trabajos, pero con una perspectiva más madura. “Entrando de lleno en pecado, lleno de amor”, canta entre momentos de percusión metálica, “éramos niños”. Y ‘Logan Hotel’, el cierre en vivo al estilo de ‘Sugarhouse’ de 2019, cierra el álbum con calidez, invitando a escucharlo desde la comodidad de tu hogar, como si estuvieras en un concierto de Alex G. Pero ese concepto también está envuelto en tristeza, mientras lucha con las dificultades de la vida en la carretera, acompañado de una armónica.
Las maravillosas interpretaciones en vivo se combinan con electrónica descarada y esos rasgueos acústicos tan familiares, cada elemento más pulido que nunca, y seguramente volverán a conquistar a los fans de Alex G. No hay nada demasiado inesperado en lo sonoro, pero su sonido todavía se resiste a sentirse anticuado o amargado en ‘Headlights’. Más bien, parece vivido, como encontrarse con un viejo amigo para un café o un encuentro inesperado con el perfume de tu madre, reconfortante aunque un poco desconcertante.
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A lo largo de ‘Headlights’, las letras de Giannascoli siguen siendo tan impenetrables como siempre. O quizás “impenetrables” no sea exactamente la palabra. Hay un significado, pero a menudo queda en manos del oyente crear su propia interpretación. ‘Far and Wide’, interpretada con voces nerdy y nasal y cuerdas extrañas, podría hablar de un lugar o un sentimiento, de la fama o la realización creativa. La minimalista ‘Is It Still You In There?’ sólo nos deja preguntas, sin respuestas ni destinatario. ‘Louisiana’ ni siquiera trata sobre el estado del que toma su nombre. Cada canción deja un pequeño vacío para que lo llenemos, como si nos permitiera sentir que somos parte del álbum de alguna manera.
Eso no significa que Giannascoli evite mencionar su traslado a una discográfica grande en ‘Headlights’. En ‘Beam Me Up’, un poco desanimado, se acerca a temas de fama y dinero, admitiendo: “Algunas cosas hago por amor, otras por dinero, no es que no lo quiera, no es que esté por encima de ello”. Sus enfoques más maduros sobre finanzas y realización profesional contrastan con imágenes de vestuarios de fútbol y sonrojos, pero hay una sensación de que, en esta ocasión, predomina la primera. “La vida pasará de largo”, afirma. Puede que tenga razón, pero un álbum tan excelente como ‘Headlights’ nos recuerda no dejar que pase sin más.
Los fans experimentados de Alex G no encontrarán nada nuevo en ‘Headlights’, pero muchos lo verán como una ventaja, no una decepción. El sonido que Giannascoli perfeccionó como artista DIY en Bandcamp en los primeros 2010 aún permanece en su primer álbum con RCA. El espíritu extraño y brillante de su estilo de composición y producción sigue emergiendo, entregando otro disco que los fans podrán poner en repetición. “No te decepciono”, canta en ‘Bounce Boy’, “Estoy aquí”. Y cumple su palabra.
8/10
Palabras: Elle Palmer
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Siempre ha habido cierta calidez en el mundo sonoro de Alex G. Una familiaridad inexplicable, a menudo inquietante, que hace que los oyentes vuelvan una y otra vez.