Hay una fila de veinteañeros que se extiende por Oxford Road, luciendo bolsos baguette, vaqueros de tiro bajo y otras reliquias de la era Y2K. Latas vacías de Diet Pepsi bordean las calles junto a la taquilla. "Ya sabes que todas las chicas aquí son divertidas", afirma alguien. Esta noche, Manchester Academy acoge a la tiktoker convertida en estrella pop de culto Addison Rae, obviamente.
Una vez dentro, nos recibe una araña reluciente, una puerta ornamentada adornada con la letra "A" y anuncios de un cóctel 'Von Dutch'; una combinación cuestionable de VK azul eléctrico, Southern Comfort y zumo de naranja que se funde casi sin solución de continuidad en el verde de 'Brat'. "Oh Dios mío, es Tyler", declara un chico a mi lado en la cola del bar mientras espero a que mi vino en lata se convierta en vino en un vaso de plástico, "¡El chico que me ghosteó!"
Por suerte, el lugar está tan lleno que podría pasarse la noche entera esquivando a Tyler. Es difícil incluso vislumbrar a Addison cuando se abren las puertas y ella aparece en el escenario con 'Fame Is A Gun', acompañada de una coreografía con reminiscencias de 'Charlie’s Angels'. Afirmándose de inmediato como una triple amenaza, su voz pícara va acompañada de miradas cómplices y giros impresionantes, cada momento planeado y con propósito.
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El primero de muchos cambios de vestuario deja a Addison en lencería neón, un uniforme preferido por sus bailarines, que además igualan su energía. El público apenas consigue seguirle el ritmo. Cuando Addison arranca con 'New York', el público repite cada palabra como si fuera su religión. Es un público con ganas de bailar, pero también lleno de la desesperación por capturar la noche a través de cámaras de iPhone, un mar de pantallas que casi permanentemente bloquea parte de una coreografía que de otro modo sería fascinante.
Aun así, Addison se alimenta del entusiasmo del público de Manchester; sus breves interacciones están repletas de emoción y gratitud. "Parece que ustedes están viviendo esa vida", bromea antes de lanzarse a una versión de 'Von Dutch' sin Charli, sin VK azul, que recibe una respuesta predeciblemente entusiasta. Sin embargo, nunca se apoya demasiado en el éxito del verano de Brat. Su set en vivo es distintivamente Addison, su personalidad brilla en cada parte de la producción, desde la intro de 'Money Is Everything' hasta la inclusión de su tema debut 'Obsessed' y un guiño a ese infame vídeo 'Hi Draded'.
Pelucas rosas se pasan entre el público durante 'Headphones On' y llueven dólares Addison desde el cielo mientras ella demuestra su estatus de chica pop principal con voces aterciopeladas, un trabajo de suelo realmente impresionante y cambios de vestuario infinitos. Una minifalda naranja es reemplazada por lencería repleta de diamantes que, a su vez, es sustituida por un vestido que no desentonaría en Black Swan.
Y todo culmina, por supuesto, con 'Diet Pepsi', con un cambio de tonalidad que suena tan bien a través del sistema de sonido de la Academy como lo hizo en repetición el verano pasado. Una reverencia final consagra a Addison como una verdadera intérprete y su espectáculo en vivo como uno de los más entretenidos y solicitados en este momento. Claro, todas las chicas del concierto fueron divertidas, pero ninguna tan divertida como Addison.
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Texto: Elle Palmer
Hay una fila de jóvenes de veintitantos que se extiende por Oxford Road, luciendo bolsos baguette y vaqueros de tiro bajo y otras reliquias de la era Y2K. Latas vacías de