Después de casi una década tejiendo tapices de synth-pop brillantes y de otro mundo, Purity Ring han regresado con un cuarto álbum homónimo, y es una evolución emocionante de su sonido inconfundible. Los seguidores de su exitoso debut 'Shrines' y de 'Another Eternity' (2015) descubrirán algo a la vez familiar y sorprendentemente nuevo aquí. Mientras que en discos anteriores fusionaban letras inquietantes con tintes de horror corporal y una producción glacial y futurista, en esta ocasión Purity Ring dan un audaz salto hacia lo fantástico y lo conceptual. Tomando inspiración de RPGs ricos en narrativa como Nier Automata y Final Fantasy X, el álbum se despliega como un viaje cinematográfico que sigue a dos personajes en una misión por construir la bondad en un mundo fracturado. Es ambicioso en alcance pero nunca pierde el atractivo emocional e íntimo que Corin Roddick y Megan James transmiten con tanta facilidad.
El single principal 'place of my own' marca el tono a la perfección: sintetizadores eufóricos laten con anhelo; una escapada onírica envuelta en nostalgia agridulce. Como gran parte del álbum, equilibra su estética etérea con temas urgentes y profundamente humanos: la idea de construir un mundo más amable donde el dolor se pronuncia en voz alta y la familia es un verbo, no solo un sustantivo. Ha quedado atrás parte de la frialdad clínica de sus primeros trabajos; en su lugar hay una cualidad cálida y acogedora en su universo imaginario plenamente formado, donde la vulnerabilidad y la esperanza colisionan.
La rabia sigue siendo palpable; las letras siguen siendo fácilmente identificables.
Older Future ha compartido su nuevo sencillo 'The Confession'. La figura electrónica hizo su debut en 2021, lanzando de forma independiente su sencillo 'Shame'. A
Harvey Sutherland y They Hate Change se unen en el nuevo sencillo 'Running In Place'. El nuevo álbum del iconoclasta australiano, 'Debt', sale el 10 de octubre,
Una cálida declaración de reconocimiento del propio valor.
Se perdonaron las normas de etiqueta en la mesa cuando modelos, pavoneándose con armaduras de época de gran dramatismo, cruzaron la mesa del comedor en 180 Strand. Por suerte, la barra libre estaba separada.
Un universo imaginario completamente formado donde la vulnerabilidad y la esperanza colisionan.