Little Simz no lleva sus sentimientos a flor de piel. Esta noche, en el O2 Arena, no puede evitar dejarse invadir por la emoción: hay un momento, cuando decenas de miles de fans gritan su nombre, en el que parece casi sobrepasada, con apenas la capacidad de traducir sus pensamientos en palabras. Es un momento de verdadera unión: Little Simz ha luchado mucho por esto, y el triunfo de esta noche se convierte en un testimonio de más de una década de trabajo.
Con sutiles guiños a sus orígenes —por ejemplo, un poste indicador de Upper Street, en el norte de Londres—, este es el verdadero testimonio de Little Simz. Poniendo en primer plano material de su excelente álbum "Lotus", también bucea en lo profundo, recompensando a los fans con joyas de las primeras etapas de su carrera.
Trabajando con una banda en vivo sensacional, hay un verdadero dinamismo en canciones como "Enough" y "Heart On Fire". "Introvert" es majestuosa, mientras que la oda a la radio pirata "101 FM" muestra a Little Simz resplandeciente, con una sonrisa tan grande como el London Eye.
Cambiando el rumbo, la sección central es un ejercicio de DJ: Simbi en las tornamesas, mostrando un aspecto club de su música que a veces pasa desapercibido. Es divertidísimo y pone a todo el estadio en pie. Considerada —con razón— una artista cerebral, también hay una veta sumamente disfrutable en su trabajo, y esto permite a Simz mantenerse anclada en una línea electrónica.
Al volver al formato de banda en vivo, la parte final del show está repleta de joyas. "Selfish" sigue siendo divina, "Free" es excepcional, y "Miss Understood" palpita con autoconciencia. También hay invitados fenomenales: Obongjayar pone su voz en "Point And Kill" y "Lion", Sampha adorna "Blue" con su voz perfumada, mientras Wretch 32 y Cashh colaboran en "Blood". El respeto que le muestran a Simz sus colegas habla por sí mismo.
En un momento, la multitud guarda silencio mientras Little Simz reflexiona sobre el proceso detrás de "Lotus". Es su primer álbum desde que puso fin a la relación creativa con Inflo —un procedimiento doloroso que ha derivado en acciones legales contra un amigo de la infancia— y se nota que mide sus palabras infinitamente. Esta noche significa casi más de lo que puede expresar.
Al irse entre un gigantesco rugido del público, hay un vínculo palpable entre Little Simz y su audiencia. El O2 fue el escenario de su emotivo triunfo en los BRIT Awards, cuando famosamente subió a su madre al escenario para saborear el momento. Esta noche, todos somos familia.
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