Cuando Rosalía lanzó ‘Berghain’, el single principal de su cuarto álbum, ‘LUX’, quedó claro que este nuevo disco no iba a ser una continuación del reguetón minimalista de ‘Motomami’ (2022) ni del pop flamenco de ‘El Mal Querer’ (2018). Cantada en inglés, español y alemán, y con cantos mantricos de Yves Tumor y Björk, ‘Berghain’ se sintió menos como una nueva canción y más como un reinicio de los límites entre el pop, la música clásica y la música de club. Y el resto de ‘LUX’ hace honor a ello. Dividido en cuatro “movimientos” —con cada tema inspirado en un santo distinto— y cantado en 13 idiomas, es ferozmente ambicioso; y los resultados son sencillamente magníficos. A lo largo del disco toma prestadas referencias de la música clásica (con un pequeño apoyo de la London Symphony Orchestra), mientras se nutre de ganchos y melodías pop. Por ejemplo, ‘Mio Cristo Piange Diamanti’, que culmina en un feroz choque de instrumentos; o el gracioso vals de ‘La Perla’, que contrasta de forma hermosa con la letanía de pullas que suelta en sus letras. Aun así, hay más en juego aquí. Fiel a su nombre, ‘Berghain’ toma ritmos de la música de club y los recrea con cuerdas, mientras que ‘Porcelana’ y ‘La Rumba del Perdón’ recurren al flamenco. Por otra parte, ‘Memória’ es la visión de la artista sobre el fado. Líricamente, el álbum tampoco se contiene. En la apertura reverberante ‘Sexo, Violencia y Llantas’, Rosalía se enfrenta a su propia mortalidad; en la pista final ‘Magnolias’, fantasea con su funeral. Entre medias, aborda asuntos que van desde las relaciones tóxicas (‘La Perla’) hasta la identidad (‘Reliquia’) y la renuncia a sus posesiones terrenales (‘Sauvignon Blanc’). Todo, por supuesto, acompañado de composiciones orquestales dignas del panteón de la música clásica. ‘LUX’ puede que acabe de salir, pero, dentro de unos años, no sería exagerado describirlo como un punto de inflexión en la música pop.
Más temprano hoy la música británica perdió a una de sus figuras más enérgicas, coloridas e irreprimibles. La pérdida de Mani —nacido con el nombre de Gary Mounfield— será
Bien posicionada para mantenerse en el camino hacia convertirse en una verdadera banda de culto.
Bread & Butter está colaborando con Kaya Fyah para presentar KAYA FYAH’S HOUSE PARTY con motivo del primer aniversario de su debut. Kaya Fyah
Cliffords continúan su año de consagración con el nuevo sencillo 'Marsh'. La banda de Cork ha trabajado incansablemente a lo largo de 2025, con su EP 'Salt Of The Lee'.
my bloody valentine ofreció su primer concierto en vivo en siete años anoche (19 de noviembre). Las leyendas del shoegaze han vuelto, programando una serie de conciertos en vivo.
El músico de Mánchester Mani ha muerto. El bajista — cuyo nombre real es Gary Mounfield — supuestamente se desplomó en su casa, y poco después se llamó a una ambulancia.
Nada menos que magnífico.