Kojey Radical – No mires hacia abajo

      Kojey Radical nunca se ha conformado con quedarse quieto. Su álbum debut, ‘Reason To Smile’, fue una presentación vibrante de un hombre capaz de alternar entre predicador, poeta y showman en el espacio de un verso. Con su segundo proyecto, ‘Don’t Look Down’, Kojey afina ese instinto, profundiza mientras estira su sonido más que antes.

      El proyecto se siente como una conversación consigo mismo. El artista inquieto trata de equilibrar orgullo y presión, ambición y agotamiento. Está lleno de preguntas sobre la paternidad, el legado y la carga mental. Kojey nunca pretende tener respuestas fáciles. Esa incertidumbre es la que le da energía al álbum.

      El álbum se abre con un sentido de autoexaminación. Kojey suena como si se paseara por una habitación, hablándose para atravesar sus dudas, antes de dejar que la música crezca a su alrededor. No se limita a mostrar el brillo del éxito, sino que arrastra a sus oyentes hacia el coste de éste: la soledad, las dudas y el constante acto de equilibrio. El tono confesional pero firme recorre el proyecto.

      ‘Don’t Look Down’ está lejos de ser limitado. El artista de 32 años transita patrones de batería con inclinación hacia el jazz, R&B, góspel y destellos de intensidad rapera, confeccionando un paisaje sonoro que refleja los estados de ánimo cambiantes del álbum. Pistas como ‘Conversation’ rezuman energía, mientras sus versos se precipitan sobre un ritmo que oscila entre el bounce de club y el impulso góspel. Pero bajo la fachada de bravata hay la sensación de un hombre corriendo contra el tiempo. En ‘Expensive’, con Planet Giza, se permite aflojar el control, deslizándose sobre una producción cargada de groove con un encanto juguetón.

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      Pero los momentos más conmovedores llegan cuando se despoja de artificios. ‘Curtains’ es cruda y despojada; expone el trauma heredado y la dificultad de romper ciclos mientras intenta estar presente para quienes dependen de él. ‘On Call’, con James Vickery, es una de las destacadas. Es una canción que suena magullada y, al mismo tiempo, extrañamente reconfortante. Construida sobre trompetas sombrías y un ritmo que se apoya en instrumentación en vivo, transmite la intimidad de una confesión a altas horas de la noche.

      Los invitados se usan con intención más que por exceso. Cristale, Ghetts, Chrissi, MNEK, James Vickery, SOLOMON, Planet Giza y otros no se limitan a decorar las canciones; las amplían. Amplifican la intención de Kojey sin robarle el protagonismo. Es una muestra de su madurez que pueda mantener el centro mientras permite que sus colaboradores respiren a su alrededor.

      Es una escucha más densa, y a veces la ambición parece casi excesiva, pero ese riesgo forma parte del atractivo. Radical no hace música para jugar a lo seguro; hace música para probar hasta dónde pueden estirarse la vulnerabilidad y la visión juntas. Lo que más destaca es la honestidad. Kojey Radical rapea con desparpajo cuando hace falta, pero nunca oculta las grietas. Admite el miedo, la presión, el trauma heredado y la dificultad de mantenerse equilibrado mientras construye un futuro. Esa disposición a mostrar el desorden hace que ‘Don’t Look Down’ sea a la vez más audaz y más humano que su predecesor.

      ‘Don’t Look Down’ es un proyecto audaz, magullado y bellamente desordenado. Captura a un artista que aún está ascendiendo, pero que se niega a ignorar el vértigo.

      8/10

      Por: Temiloluwa Adeyemo