Nos adentramos en el lado salvaje con esta última columna. Tenemos un misterio de asesinato con tintes religiosos, una historia de amor S&M y un biopic controvertido. Si los favoritos festivos que inundan los menús de streaming ya empiezan a sacarte de quicio, ¡tenemos algunas alternativas para ti!
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Wake Up Dead Man: A Knives Out Mystery // En cines ahora, en Netflix desde el 12 de diciembre
Frente a la indiferencia que despertaron sus propios intentos de franquicia (¿alguien recuerda las películas de Extraction? ¿No?), Netflix compró los derechos de las secuelas de Knives Out con la esperanza de calar en el espíritu de la época. La primera secuela, Glass Onion (2022), se perdió en su sátira de la cultura influencer, pero aún hay vida en el detective estilo Kentucky Fried de Daniel Craig.
El antiguo Bond regresa como Benoit Blanc, el detective de fama mundial que es llamado para investigar el “imposible” asesinato de un sacerdote controvertido (Josh Brolin). Con solo un joven reverendo a su lado (Josh O’Connor), Blanc debe desenmarañar los secretos de la devota congregación del sacerdote para hallar la verdad.
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Mucho más satisfactorio que la vez anterior, Rian Johnson hace una película tan entretenida como inteligente. El escenario religioso podría haber abierto una conferencia sobre los males de la iglesia, pero aunque hay pullas de su “orgulloso pagano” Blanc, se trata de un enfoque bastante equilibrado hacia la fe que, en cambio, explora cómo las instituciones pueden ser explotadas para beneficio personal.
También es increíblemente divertida, con Blanc disfrutando de sus excentricidades junto a O’Connor, que es realmente el MVP como un verdadero creyente que intenta hacer lo correcto. Hay además una actuación destacada de Glenn Close como la señora de la iglesia infernal, y giros que pueden provocar algún que otro sobresalto.
La rabia de Johnson contra la alt-right sigue siendo poco disimulada, pero Wake Up Dead Man recupera gran parte de la diversión que convirtió a la primera película en un éxito sorpresa.
8/10
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Pillion // En cines el 28 de noviembre
El exestrella de Harry Potter Harry Melling entra en terreno muy adulto en esta historia de amor BDSM. Interpreta a Colin, un joven gay de un pueblo pequeño que conoce al apuesto motero Ray (Alexander Skarsgård). Rápidamente inicia una relación dominante/sumisa, en la que obedece cada necesidad de Ray. Sin embargo, pronto los sentimientos empiezan a complicarlo todo.
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Este drama del director debutante en largometrajes Harry Lighton es una representación audaz de la dinámica de una relación basada en el kink. La primera mitad no es apta para los aprensivos, ya que la entrada de Colin en esta subcultura se retrata con todo detalle gráfico (verás además mucho más de Alexander Skarsgård de lo que esperabas). Sin embargo, la segunda mitad evoluciona hacia una conmovedora exploración de lo que ocurre cuando el deseo físico y las necesidades emocionales entran en conflicto. Un viaje subido de tono pero, en definitiva, que merece la pena.
7/10
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Christy // En cines el 28 de noviembre
La portavoz de jeans favorita de Donald Trump aspira a la gloria del Oscar en el biopic de la boxeadora Christy Martin, interpretada por Sydney Sweeney. La estrella de Euphoria repasa el ascenso de Martin a la fama, así como su supervivencia a un intento de asesinato por parte de su exmarido (Ben Foster).
Para los no iniciados: Sweeney ha sido objeto de controversia debido a sus supuestas inclinaciones políticas y por protagonizar un anuncio de jeans que fue acusado de contener un guiño a la eugenesia (aunque, según se dice, a Trump le encantó). Aunque nada tiene que ver con la película en sí, la dependencia de grandes estrellas para vender películas independientes ha hecho que Christy sufriera un batacazo en la taquilla estadounidense, no del todo por razones relacionadas con la película.
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Al margen de los titulares, es un biopic sólido aunque poco destacado que sigue los pasos de las películas deportivas sin aportar nada nuevo a la conversación. La vida de Martin es una historia aleccionadora de sexualidad reprimida, abuso y actitudes históricas hacia las mujeres en el deporte. Sin embargo, el director David Michôd se centra demasiado en las luchas de su vida familiar y no da a su protagonista la oportunidad de brillar.
Sweeney está bien, pero no es brillante; cumple en las secuencias de boxeo pero rara vez se le da la oportunidad de ser algo más que una víctima unidimensional. Había una historia que contar en la vida de Martin sobre cómo incluso los fuertes pueden ser destrozados por la violencia doméstica, o cómo la lucha por vivir auténticamente puede ser una batalla de toda la vida. Lamentablemente, Christy no es la película para contar esa historia.
5/10
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Texto: Victoria Luxford
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