Demi Lovato ha construido su paz ladrillo a ladrillo. Una estrella infantil que ha logrado la impresionante hazaña de mantener su relevancia cultural por más de dos décadas, el mundo conoció a Demi Lovato antes de que ella tuviera la oportunidad de conocerse a sí misma. Sus primeros días como una niña de ojos brillantes en Barney & Friends estallaron y la llevaron a protagonizar la serie Camp Rock, múltiples discos superventas, giras internacionales y una adolescencia chamuscada por el foco. Aun así, entre sus colegas de Disney, siempre hubo algo distinto en Lovato. Más coraje, una guerra sutil en su interior.
Aunque ese fuego pudo haber encendido un viaje tumultuoso por la supervivencia de la fama infantil, se manifestó primero como un catálogo musical que superaba con creces los límites de su edad. Su composición siempre ha sido sorprendentemente profunda, optando por canciones grunge que exploraban la sutileza del deseo y el desamor, en lugar del pop prefabricado con el que muchas jóvenes estrellas se veían obligadas a producir. “’Don’t Forget’ es una canción de la que siempre estaré orgullosa”, dice Lovato, reflexionando sobre el single pop-punk de 2008 que impulsó su ascenso. “Pensar que la escribí a los 15 es algo de lo que estoy realmente, realmente orgullosa.” Mientras el mundo puede definir a Lovato como una vocalista poderosa, su talento como compositora es igual de, si no más, impresionante.
Actualmente apodada por las redes sociales como la “Original Brat”, el glamour de su éxito nunca terminó por eclipsar el sufrimiento, y Lovato ha sido muy franca respecto a su tormento interior. Esa vulnerabilidad cruda la humanizó y ofreció consuelo a los fans que se vieron reflejados en su viaje de salud mental. Sin embargo, la sobreaccesibilidad se arma facilmente como un arma, y no pasó mucho tiempo antes de que una máquina mediática hambrienta e implacable se hartara con ella.
Esta era se siente particularmente distinta. No hay una defensa en pie, ni un gruñido que iguale su mordida. A los 33, es la primera vez que Demi respira profundamente, encarna ruidosamente su sensualidad y se da permiso para tomarse las cosas con menos seriedad. Si algo te enseña rozar la muerte sobre la vida, es que no es tan profundo. “No es un secreto que he pasado por mucho”, apunta Lovato, “pero se me permite seguir adelante. Ya no vivo en el pasado ni albergo ningún arrepentimiento. Simplemente estoy abrazando plenamente donde estoy hoy.”
‘It’s Not That Deep’, el noveno álbum de estudio de Lovato, es una encapsulación sonora de en quién se ha permitido convertirse. Recién casada y de nuevo al aire libre, es como si le dieran una segunda oportunidad para los años de adolescencia que le fueron robados, solo que esta vez viene equipada con sabiduría, una autoestima autosuficiente y una devota práctica de meditación. A un nivel macro, ‘It’s Not That Deep’ es un álbum sobre sexo, sudor y libertad. Pero a nivel micro, está libre de inhibiciones y encuentra la paz a través del perdón.
Aunque para muchos el giro hacia el pop pudo parecer drástico, ha estado en el ADN de Lovato desde ‘Unbroken’ (2011), donde éxitos como ‘Give Your Heart A Break’ se convirtieron en una parte vital de su legado. Para la nativa de Dallas, el cambio de forma ha sido menos una preferencia y más una necesidad. “Entré al estudio en 2023 y comencé a hacer música que no me estaba resonando porque acababa de salir de este proyecto de rock”, comparte Lovato refiriéndose a ‘HOLY FVCK’ (2022), el álbum punk empapado de rabia y venganza. Llegó en un momento en que su ira fue alquimizada, un homenaje a sus raíces de angustia adolescente. “Pero cuando estás en una relación increíble y eres feliz por lo que sientes como la primera vez, es difícil escribir canciones rock felices. Así que volví al R&B y pensé: ‘Esto tampoco me está resonando. No puedo encontrar mi ritmo.’ Entonces dije, ‘Déjame intentar el pop otra vez. Eso es lo que estoy escuchando. ¿Por qué no intentarlo?’”
Producido por Zhone, que también ha ofrecido su genio a actos como Kylie Minogue, Troye Sivan y Kesha, todo en ‘It’s Not That Deep’ se siente vivo y respirando. Es energía embotellada que electriza al tacto, que no pide otra cosa que bailar y euforia. Canciones como ‘Frequency’ y ‘Kiss’ son casi adictivas. “Tiendo a hacer la música que estoy escuchando,” dice Lovato. “Creo que por eso he cambiado de género tantas veces. Cuando hice ‘Tell Me You Love Me’, estaba escuchando más R&B. Cuando hice ‘HOLY FVCK’, estaba escuchando más rock. Ahora estoy en mi era de chica pop, así que estoy haciendo la música que querría escuchar.” Lovato se sumergió en un mar de pop girls, produciendo un disco que une lo mejor del pop de los 2000, el pop de los 2010 y lo que se hace hoy. “Hay tantas divas del pop ahora mismo que lo están haciendo increíblemente. Zara Larsson, Addison Rae, Tate McRae, Sabrina [Carpenter], Chappell [Roan], Kim Petras, Kesha, Doja Cat, sin mencionar a la reina, Lady Gaga. Me inspiran en cada paso del camino.”
Con la angustia ya sin funcionar como catalizador, parece que la libertad es su brújula en ‘It’s Not That Deep’. Volver a una música que es divertida y liviana ha coincidido sin duda con su propio renacimiento personal, trayendo juego y fantasía al frente de esta nueva aventura sonora. “La escritura en este álbum es simplemente más sexy, más empoderadora. Esa es la fase de mi vida en la que estoy hoy. Me siento más segura que nunca.” Con líneas como, “Come put your love deep inside / Like that one time / We got that Airbnb out in Joshua Tree / With a polaroid picture of you going down on me,” es evidente que no se perdió tiempo en diluir nada.
Sin embargo, no todo el álbum es para adultos. Canciones como ‘Sorry To Myself’ vuelven la narrativa hacia dentro, una carta abierta sobre hacer las paces contigo mismo. Lovato ha descartado muchas pieles, cada una a la vista del público, y esta canción renuncia al cansancio de avergonzarse por tus vergüenzas. Pero aun explorando la autoaceptación, la canción es optimista y palpitante, sin alejarse del pulso pop del proyecto. “Volver al pop fue reflejo de la música que más disfruto interpretar,” dice. “Creo que la mejor sensación del mundo es que el público cante todas las palabras de tus canciones, especialmente los asistentes que sabes que solo están ahí para estar con sus novias. Como cuando suena ‘Give Your Heart A Break’, ese chico que no había estado bailando en todo el concierto porque su novia lo arrastró finalmente está bailando. Eso es lo que me encanta ver.”
Por supuesto, una era EDM tan provocadora y descarada no estaría completa sin visuales empapados de lujuria y alta costura. ‘Kiss’, ‘Fast’ y ‘Here All Night’ han exigido baile y un cierto grado de puesta en escena por parte de Lovato, quien ha encontrado un nuevo amor por el juego de roles a través de este álbum. “Solía detestar los videos musicales porque llevan tanto tiempo, normalmente son jornadas de 14 horas,” confiesa Lovato. “Luego algo hizo clic en mí porque no había grabado un video musical en tanto tiempo. Cuando filmé ‘Fast’, pensé, ‘Voy a vivir mi mejor fantasía de video musical.’ Me divertí muchísimo. Mi niña interior estaba saltando de alegría porque sentí que estaba frente al espejo con un cepillo para el pelo, pero en lugar de eso estaba filmando mi propio video musical. Así que fue una experiencia bastante meta y genial.” En alianza con su diva más íntima, los fans se han quedado boquiabiertos al ver cómo Lovato canaliza algo intrépido y felino. El visual que acompaña a ‘Kiss’ en particular es abrasivamente queer, una celebración del deseo sin barreras. Lovato se ahoga en sexo mientras está rodeada por todo tipo de amantes besándose entre sí, encapsulando el dharma de ‘It’s Not That Deep’ de dejar que tu tigresa interior suelte la caza.
Esta era también ha dado la bienvenida a la cantante de nuevo a las redes sociales de una forma muy nostálgica. Durante su adolescencia, Lovato conectaba con el mundo subiendo demos a Myspace (‘Open’ y ‘Trash’, siempre serán famosas) y transmitiendo en vivo con fans en los días del pandemonio Disney. Sin embargo, ese mismo internet terminó siendo terreno de acoso, lo que llevó a erigir muchas barreras entre la celebridad y el mundo digital. Los memes fueron como puñaladas, aunque Lovato ahora ha podido encontrarle el humor a todo, incluso presentando destellos de ‘Poot’ y otras joyas del lore en el visual de ‘Fast’. “De alguna forma me da poder estar dentro de la broma. Cuando estás dentro de la broma, que nadie más se ría puede lastimarte.” Desde entonces se ha convertido en una tiktoker ávida (“Era algo contra lo que estaba tan reacia. Al final, me volví adicta como todos los demás”) y reavivó la alegría en el marketing a través de las redes sociales. Prácticamente puedes verla haciendo lip sync con sonidos virales mientras ofrece vislumbres íntimos de su mundo personal, incluyendo experimentar en la cocina, acurrucarse con sus perros y reírse de la vida junto a su marido, Jordan “Jutes” Lutes.
Como alguien que ha batido una buena cantidad de récords en su tiempo, vendiendo más de 24 millones de discos en Estados Unidos y con múltiples álbumes debutando en el número uno, parece que Lovato está simplemente feliz de sacar la música que su cuerpo anhela expresar y dejar que el resto se resuelva. “Antes tenías la radio, y tenías canciones que podías probar. Tenías una idea de cuáles iban a funcionar. Ahora, lo sacas en internet y a la gente o le gusta o no. La única manera de luchar contra esa bestia es seguir adelante y seguir haciendo música porque la capacidad de atención de todos está tan frita que si sacas algo que a la gente le encanta, de todas formas se habrán cansado en unas pocas semanas,” reflexiona.
Más allá de la música de alto calibre de esta era, lo que más merece celebrarse es ver a Lovato cómoda en su piel. Hay un resplandor palpable en ella, un aura opulenta, podrías decir. Casarse con el amor de tu vida ciertamente hace eso. “Por un lado, [estar casada] se siente completamente diferente, y por otro lado, da la sensación de que nada ha cambiado porque ya éramos tan íntimos antes,” comparte. “Supongo que todavía estoy averiguando cuál es mi papel [como esposa] porque siento que he estado consistentemente en este rol desde que lo conocí, porque supe que él era el indicado.”
Sin embargo, más allá de su felices para siempre, el resplandor de Lovato se pelea y se cuida. Atribuye su bienestar a varios factores, incluyendo volver a una práctica de meditación abandonada, mantenerse en contacto constante con su círculo y, por supuesto, reuniones regulares con su terapeuta y nutricionista. “Valoro mucho las relaciones que están en mi vida,” dice. “Me abro con mis amigos, me abro con mi mamá, me abro con mi hermana, Dallas. Puede haber tanta soledad en la industria, pero cuando valoras esas conexiones, nada más importa.”
Habiendo sido deshumanizada por la burla mediática durante demasiado tiempo, Demi Lovato merece deleitarse en esta paz ganada. Es una satisfacción que se siente casi infantil, como si este renacimiento pop le hubiera dado una dosis psicodélica de juventud y vitalidad.
“Mi niña interior se siente increíble ahora mismo,” concluye. “Acabo de ir a Disneyland en París y lo pasé genial. Estoy haciendo cosas que la honran y la estoy cuidando. Digo ‘ella’ porque yo era una niña. Ella se lo está pasando de maravilla con esta nueva música.” En su esencia, ‘It’s Not That Deep’ es un desencadenamiento. Doce pistas profundas y vidas por vivir, sirve como una carta de amor a todo sobreviviente que ha aprendido que esperar a que pase la tormenta es mucho menos sexy que simplemente besarse bajo la lluvia.
Como se ve en CLASH Issue 132. Pide tu copia aquí.
Words: Jazmin Kylene
Photography: Jane Dylan Cody
Styling: Chris Horan
Make-Up: Loftjet
Hair: Fitch Lunar
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