Biffy Clyro: Un poco de ayuda de mis amigos

      Cuando Biffy Clyro salió al Pyramid Stage en Glastonbury para una épica actuación al atardecer hace apenas unas semanas, pareció que sería imposible borrar las sonrisas de sus rostros. Para cualquiera que estuviera reunido delante, el trío escocés parecía estar en la plenitud de su vida; más de 25 años en una ilustre carrera, un ejemplo perfecto de que el trabajo duro y la tenacidad realmente dan sus frutos. Y, en general, todo eso es cierto. Sin embargo, si los hubiéramos visto 18 meses antes, probablemente habría sido otra escena.

      Como en cualquier relación, el tiempo pasado juntos no siempre es suficiente. Sumén vacaciones extenuantes y largas temporadas lejos de casa, y las cosas pueden empezar a resultar difíciles. Añadiendo el hecho de que Biffy apenas ha tomado respiro durante su trayectoria como banda (su nuevo disco será su décimo álbum de estudio en 13 años, tras los lanzamientos consecutivos de 2020, A Celebration of Endings, y 2021, The Myth of the Happily Ever After), quizá no sea sorprendente saber que necesitaban un descanso el uno del otro.

      «Nunca llegamos a un punto en el que lo diéramos por sentado», asegura el bajista James Johnston, mientras el trío se sienta hoy en un hotel del centro de Londres para charlar, «pero creo que ese tiempo libre nos ayudó a sentirnos afortunados de nuevo y a recordar lo afortunados que somos de hacer esto». Quien busque peleas internas o explosiones dramáticas no las encontrará aquí. Hoy, se sientan juntos riendo con chistes internos, contando historias de su tiempo en Berlín grabando y asintiendo en apoyo a las declaraciones de los demás, de la manera en que solo saben hacerlo los amigos de toda la vida. En cambio, su historia surgió de algo mucho menos explosivo: el agotamiento de la etapa final de la pandemia y la necesidad de respirar otro tipo de aire.

      «Los últimos un par de años han sido un poco más duros para nosotros», asiente el vocalista Simon Neil. «Estuve fuera con [su proyecto paralelo] Empire State Bastard y probablemente sea la vez más larga en la que todos hemos vivido vidas separadas. A veces no hemos estado de gira con la banda, pero siempre compartimos el ritmo de la vida. Al volver, simplemente estábamos... No en ondas completamente diferentes, porque eso implicaría que no estábamos de acuerdo, sino que estábamos en un ritmo distinto».

      «Creo que, con el aislamiento [de la pandemia], todos simplemente nos olvidamos de cómo interactuar», continúa. «No solo nosotros, sino todo el mundo. Creo que todos se habían olvidado de cómo comunicarse y de ser amables. Sé que esa fue la consigna del momento hace un tiempo, pero creo que todos teníamos los codos levantados. Probablemente también fuimos culpables de ello un poco: estoy seguro de que cuando volví de Empire State Bastard, los chicos probablemente —con razón— estaban un poco como, ‘Bueno, vale…’ Ya sabes, mantienes tu postura. Por mucho que seamos un equipo y siempre lo seremos, todos tenemos egos y ambiciones individuales que no siempre coinciden».

      Mientras que Simon ya había incursionado en proyectos fuera de la banda, la aparición de Empire State Bastard —en la que actúa junto al guitarrista de gira de Biffy y ex líder de Oceansize, Mike Vennart— marcó una línea clara en la arena. Deseando alejarse de su identidad como "Simon de Biffy", el debut del proyecto, Rivers of Heresy, incluyó gritos abrasadores y riffs demoledores con un efecto ensordecedor.

      «'The Myth...' llevó a ESB, y ESB fue muy jodidamente una de esas cosas en las que si alguien quería verla... ¡gracias!», se ríe Simon, asintiendo ante su decidida falta de atractivo para las masas. «No mucha gente lo hizo, pero creo que saqué gran parte de esa oscuridad realmente horrible, esa rabia y ese rencor.»