Alejándose del enfoque más colaborativo de sus primeros años, en su segundo álbum en solitario You Heartbreaker, You, Jehnny Beth lo está despojando todo en todos los sentidos.
Jehnny Beth está inmersa en los ensayos. Llega a Zoom recién salida de una mañana de calentamientos vocales, y con razón. “Este disco, es bastante difícil de cantar”, se ríe, echándose hacia atrás su cabello azabache. “Las canciones van de susurros a gritos. Las notas están altas”, enfatiza. Un equilibrio sano de spray de propóleo y sueño son los antídotos. Con nueve canciones que suman poco menos de 30 minutos, parece que necesitará una buena provisión de ambos para invocar el espíritu feroz que recorre el nuevo álbum You Heartbreaker, You en directo. En esta nueva colección de canciones perdura una austeridad. A lo largo de su carrera, Jehnny ha creado música predominantemente mediante la colaboración. Estuvo la arrolladora Savages que la puso en el mapa, antes de que llegara en 2021 Utopian Ashes, un álbum de duetos con Bobby Gillespie —piensa en Nancy Sinatra y Lee Hazlewood si se hubieran vestido más punk—. Mientras que el LP debut en solitario de 2020, To Love Is To Live, la vio reclutar a gente como Cillian Murphy, Romy de The xx y Joe Talbot de IDLES, su continuación está despojada de estrellas invitadas, dejándola cruda y sin filtros junto a su pareja creativa y romántica Johnny Hostile. “Era hora de mirarnos el uno al otro y hacer lo que yo llamo el truco de Oasis”, explica. “Que es creer en ti mismo; ellos son los reyes de eso. Realmente sentí que era el momento. Ya tocaba joder, era hora de hacerlo.” Orbitar alrededor de una atmósfera volátil y reactiva, las voces de Jehnny se llevan al rojo en su mayoría sobre baterías atronadoras y guitarras musculosas. Sónicamente, es un tapiz emocionante que remite a Nine Inch Nails y a grupos hardcore como Fugazi, Converge y Quicksand. O, como ella lo expresa, “guitarras lavadas y música para los tristes y los cachondos. Hay una urgencia en el disco y en las letras, eso seguro.”
Jehnny añade con frecuencia a una serie de “20 cosas que he notado” en Instagram; una lista de pequeños proverbios para la era de internet que van de lo profundo a lo absurdo. Una de sus reflexiones más sabias dice ‘no escribas para que te lean, escribe para respirar’. Da la sensación de que ha hecho suyo ese lema a lo largo de la entrega a menudo entrecortada y jadeante de sus letras, que en el álbum están impregnadas de una energía carnal. Algunas suenan como observaciones escupidas en el clímax del dolor o del placer, y a veces de la paranoia. “Cómo puede ser tan complejo / Solo quiero verte desnudar”, canta en “Out Of My Reach”, mientras que en “No Good For People” proclama: “Aún no has encontrado la manera de matarme”. Más tarde, “Reality” la encuentra presumiendo: “Le pegué tan fuerte a tu G que te hizo caer.”
Otra reflexión que destaca es quizá menos profunda: ‘Hay dos tipos de personas, las que tienen entradas para Oasis y las que no’. Ella pertenece al segundo grupo —a pesar de haber compartido voces con Noel Gallagher en su colaboración con Gorillaz y en una especie de alto el fuego britpop, “We Got The Power”. “No he ido, pero he escuchado historias increíbles de quienes han ido. Mi amiga siempre va al mosh pit. Voy con ella”, sonríe. “Aparentemente, ahora hay pits bastante fuertes para Oasis. Dijo que había hombres de mediana edad metiéndose ketamina unos en las cabezas de los otros. Ella está muy acostumbrada a los mosh pits pero esto era mosh de otra generación. Creo que lo que [Oasis] hacen, especialmente con los hombres en el Reino Unido, es muy importante. Hablan a una parte de la población que a veces siente que la cultura, la música o los medios no se dirigen a ella. Me parece genial. Se lo merecen.”
“Las canciones están dirigidas al mundo. Es como en cualquier conversación: no me aburras, no me gusta el small talk.”
Los mosh pits se convertirían en una parte importante de la génesis de You Heartbreaker, You, en particular los círculos formados entre el público durante la gira de Queens of the Stone Age en la que Beth actuó de telonera en 2023 —junto a Viagra Boys. “En América, realmente aman la música extrema”, dice. “Hay un verdadero ejército de público allí, fans de Korn y Tool y ahora de Turnstile. Hay un código. Si no lo entiendes, puede parecer bastante violento al principio, pero no lo es. Es un baile. Si estás a medias metido, probablemente te harás daño. Tienes que entregarte por completo. Es una de esas cosas raras en la vida que te mantienen en el presente: un mosh pit es eso y para mí estar en el escenario es eso.”
Jehnny volvió de esa gira con un romance reavivado: la guitarra. “Me di cuenta de que [Johnny] era una máquina de riffs”, reflexiona. “Me sentí tan excitada por eso.” Johnny Hostile ha estado implicado en cada fase musical de su carrera. Las huellas de la pareja están en cada parte de esta nueva era, incluso más allá del vinilo. “Somos solo nosotros dos: cada video, cada foto, cada diseño. Ahora estamos diseñando vallas publicitarias”, se ríe. “Me hace mucha gracia. Tenemos que proporcionar esos formatos y dimensiones, cosas técnicas que tenemos que entender y que nunca habíamos hecho antes. Para mí, es muy divertido que podamos hacer eso.” “Creo que también es muy capitalista”, continúa. “Vivimos en una sociedad capitalista y te empujan a pagar a otras personas para que hagan las cosas. Quería volver a esa mentalidad DIY, quería acercarme a cómo se sentía cuando empecé a hacer música. Necesitaba recuperar mi foco, y [Johnny] es el mejor colaborador para eso.”
El álbum se forjó en el hábitat brutal de las propias capacidades de atención cada vez más estrechas de su creadora, un tema explorado en “High Resolution Sadness”: “Quiero absorberlo todo / Quiero dejar las pantallas”, grita sobre un instrumental furioso. “Soy como todo el mundo. Soy una doom scroller”, admite. “Me traga el vórtice. Algunas partes me gustan. Mi muro de Instagram está lleno de comedia y de cosas de comida. Nuestra regla número uno fue: si nos aburrimos, borramos.”
“Era hora de mirarnos el uno al otro y hacer lo que yo llamo el truco de Oasis: creer en ti mismo; ellos son los reyes de eso.”
Ese manifiesto se escribió de forma ritual, antes de las búsquedas creativas de Jehnny; “No me aburras” se convirtió en una especie de mantra en el estudio. “La música sabe más de lo que tú sabes, y tienes que volverte muy bueno escuchando, prestando atención a lo que el mundo que estás creando te devuelve. Equilibras la subjetividad con el objetivismo. Es un equilibrio complicado. No escribo canciones para arreglar mis propios problemas. Creo que las canciones son conversaciones. Las canciones están dirigidas al mundo. Es como en cualquier conversación: no me aburras, no me gusta el small talk.”
Parece que esta naturaleza inquieta se extiende más allá de la música también. Observadores perspicaces de Netflix habrán visto a Jehnny en Hostage, un drama político protagonizado por Suranne Jones. Marca su primer trabajo actoral fuera de su Francia natal (donde apareció en Anatomy Of A Fall, ampliamente aclamada en 2023); ahora, tras haber rodado recientemente durante tres semanas en Brasil, está a punto de filmar otra película en su país. “Intento hacer ambas cosas. Siempre estoy feliz de sacrificar cine por música porque la música es mi arte”, dice. Aunque no identifica muchas superposiciones entre los actos creativos —rechaza cualquier papel de músico que le ofrezcan—, los diálogos de la pantalla suelen filtrarse en su escritura. “Incluso You Heartbreaker, You podría ser una frase de una película. Creo que en las canciones, cuanto más personales, más le gustan a la gente. Y a veces es verdad. Escribir una canción es algo parecido a escribir para un personaje. Es una perspectiva.”
Este tejido entre disciplinas recuerda otro de sus proverbios de Instagram: ‘Hay muchas versiones de ti mismo; asegúrate de que todas tengan los zapatos correctos’. “Bueno, ahora mismo estoy descalza”, se ríe. “Pero es muy cierto. Solía llevar stiletto en Savages. Teníamos miedo de que nos cogiera la policía de la moda y que no nos tomaran en serio como músicos porque éramos mujeres. Lo único que me permitía era llevar zapatos interesantes.” Para esta próxima gira, sin embargo, las zapatillas están en los planes —una elección aparentemente sensata para compensar la intensa fisicalidad que esta música nueva exigirá en directo. “Tengo mis Nikes o mis Doc Martens, algo un poco más cómodo. Los stilettos ya no están”, sonríe. “Hay una evolución en eso.”
You Heartbreaker, You ya está disponible vía Fiction.
Tal como aparece en el número de septiembre de 2025 de DIY, ya disponible.
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