Estrategia divisoria para el 20º aniversario, pero se tomó la decisión correcta…
Era la noche antes de Wireless, y en el borde de Finsbury Park, se estaba preparando el escenario. Drake estaba montando el parque como si fuera una arena para su toma de control de tres días, celebrando los 20 años del Wireless Festival.
Cuando se anunció la primera noticia a principios de este año, las entradas se agotaron más rápido que nunca. Los únicos artistas anunciados fueron Drake para todo el festival y uno o dos actos por día. Estos dieron forma al fin de semana; el viernes con R&B, el sábado con rap británico, y el domingo con dancehall y afrobeats. Por lo tanto, los invitados sabían qué esperar, o eso parecía.
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Wireless tiende a ajustar las cosas al 'fío', dejando la lista completa solo unos días antes de que empiece el festival. Muchas personas no estaban contentas con la escasa cantidad de actos cada día y corrían a vender sus entradas, pero el anuncio no debería haber sido sorprendente. Desde el principio quedó claro que esto no sería un Wireless ordinario; no era un arreglo de ‘20 artistas por día en 3 escenarios’. Drake se estaba apoderando del festival y haciendo las cosas a su manera, y eso me parecía perfecto.
Todos saben que el público de Wireless es joven y ruidoso (para un festival diurno en Londres), y aunque la edad promedio aún rondaba los 20, el ambiente era relativamente tranquilo. La ola de calor de 30 grados quizás ayudó a disipar cualquier mala conducta, pero aunque había muchas chicas con poca ropa y chicos sin camiseta, también había un buen número de asistentes en sus 30 que aportaban un nivel de madurez a la ocasión.
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Con solo dos escenarios este año, el espacio se llenó aún más con activaciones de marcas. Pero el Hennessy Social Club destacó como una verdadera adición al día, y no solo un juego de marcas. Situado fuera de la ruta habitual con bastante espacio afuera, Hennessy emergió en un contenedor de color rojo brillante en dos niveles. En la planta baja había un bar con cócteles de Hennessy, asientos cómodos y un juego de golf en el que podías ganar un sombrero con la marca. Arriba estaba la cabina del DJ y un espacio para VIPs para mirar el festival. Con una alineación de DJs espectacular y un MC que conducía la ceremonia, era una auténtica fiesta a la que la gente hacía fila para entrar en todo momento. E incluso si no lograban entrar, la gente bailaba afuera porque la música era genial. Con invitados sorpresa como Alesha Dixon y Michael Ward, ese lugar era definitivamente el “si sabes, sabes”.
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El sábado fue una celebración de todo lo referente al rap británico, con una buena variedad de artistas en los dos escenarios. Man of the moment Nemzzz se presentó en el escenario principal, y aunque era temprano, congregó a un público considerable. Actuó con la confianza de un rapero experimentado y recorrió sus temas con facilidad.
En el escenario Old Spice, Chy Cartier apareció 20 minutos tarde y parecía un poco nerviosa. No quedó claro si su micrófono simplemente estaba bajo, pero parecía que estaba dejando que la pista de fondo hiciera gran parte del trabajo, aunque su actitud era entusiasta y claramente feliz de estar allí.
Lancey Foux en el escenario principal atrajo a una audiencia enorme, y aunque solo rapeaba cada dos líneas, los fans devoraron su actuación de alta energía, que aprovechaba la gran puesta en escena.
Pero la verdadera actuación del día (aparte de Drake) vino de BBK. También celebrando 20 años en el juego, su set de una hora comenzó con DJ Maximum en las mezclas, en su elemento. Uno a uno, los miembros de BBK aparecían mientras sonaban sus temas o versos, comenzando con JME, seguido de Shorty, Frisco, Jammer y, por supuesto, Skepta. Escuchamos muchos temas en solitario de JME y Frisco, así como los clásicos de Skepta/BBK como ‘Too Many Man’ y ‘That’s Not Me’. Skepta también interpretó su último tema, ‘Victory Lap’, que tuvo una gran resonancia con el público de Wireless. Los gráficos fueron un añadido potente, mostrando a los artistas en el escenario contra fondos de colores brillantes, además de videos originales en una pantalla central; BBK entregó un verdadero regreso a casa a su público local.
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Pero luego llegó el momento del propio hombre. Drake insistió en que la noche trataba sobre el rap británico, que íbamos a hacerlo en grande, y que todo el canto melódico del set de R&B de ayer quedaba atrás. Y en su mayoría, esto fue cierto.
Arriba en el escenario con Yeat, con ponchos a juego de Chrome Heart (no es muy británico comenzar así), y rápidamente sacó al rapero underground Fakemink, quien, considerando su estado de artista emergente, hizo un trabajo decente comandando el escenario. Luego, Drake presentó a Headie One y K-Trap, ambos representantes sólidos de la escena, antes de pasar a algunos de sus colaboradores. Quizás no sorprenda pero siempre es bienvenido, J Hus, que salió para ‘Who Told You’. Luego vimos a Skepta de nuevo para ‘Shutdown’, una clara ausencia en el set de BBK que solo podía significar que saldría más tarde a interpretarla.
A continuación, apareció Dave, que subió para ‘Wanna Know’, después de lo cual el público coreó con cariño ‘Thiago Silva’. Pero nos esperaba una sorpresa porque Central Cee también apareció, y el dúo interpretó su éxito ‘Sprinter’, para alegría de todos. Cench se quedó para un medley de sus temas, y ya que está en plena gira mundial, claramente los practicó mucho y los interpretó con la gravedad que exige un lugar principal.
Pero, en realidad, el punto culminante de la “noche del Reino Unido” fue la actuación de Drake con sus propios temas, incluyendo ‘Headlines’ y ‘God’s Plan’, antes de sacar a Latto, seguida de Sexyy Red. ¿Son artistas importantes? Sí. ¿Son del Reino Unido? Absolutamente no. Está bien no mantener una temática 100%, pero también resultó bastante aleatorio sacar a estos artistas en particular, especialmente cuando no había mujeres en la sección del Reino Unido (que tiene muchas opciones).
De vuelta en la senda, Drake sacó a 21 Savage de Newham. Esto cumple con todos los requisitos de ser 'british-ish', colaborador de larga data de Drake y una buena elección para el público de Wireless. Pero, sinceramente, nadie pudo predecir lo que vendría después. Drake presentó a su última invitada reconociendo que era una digresión, pero que siempre había querido sacarla: nada menos que Vanessa Carlton, que toca el piano y canta himnos de su generación. Al escuchar la inconfundible introducción de ‘A Thousand Miles’, el público enloqueció porque no solo los mayores la conocen, sino que desde que se hizo famosa en TikTok, la conocemos también los más jóvenes. Una rápida revisión en Instagram mostró que Carlton fue sacada de un show que tenía en Anchorage, Alaska, hace apenas tres días, por lo que Drake claramente hace sus solicitudes a última hora, pero ¿quién le dice que no a esto?
Como cierre, Drake se subió a una plataforma levantada por una grúa enorme que giraba sobre la multitud en un círculo desde el escenario y de regreso, mientras sonaba ‘I Will Always Love You’ y los fuegos artificiales marcaban el fin de una frenética segunda noche en North London. Tan extravagante, y tan de Drake, que no esperamos menos.
En cuanto a los 20 años, Wireless tomó decisiones impopulares, pero al final, las correctas. Contratar a su artista principal más solicitado para tomar el control y curar el fin de semana tiene sentido. Como festival que ya programa artistas globales cada año, ¿de qué otra forma se puede impactar? Para Drake, esto fue una validación muy necesaria de que todavía es ‘ese tipo’, actuando ante la ciudad que más lo ama, tras seis años fuera. Esto pasará a la historia como un fin de semana de música en vivo para recordar, y Drake fue la única persona para el trabajo.
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Palabras: Nicola Davies // @nicola_jdavies
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