“En el pasado, no tenía las herramientas para contar la historia.”
— Chilli Jesson
Esa inspiración pronto trascendió la vida en la carretera y se abrió camino en el estudio a través de Carlos O’Connell, de Fontaines, que utilizó sus dotes de producción para realzar todos los momentos crujientes y con glitches de las nuevas canciones de Chilli. “Carlos está en la cumbre de su poder”, asiente Chilli, “nadie puede tocar a este tipo. Es de la vieja escuela, pero es su experimentación lo que me pareció tan emocionante. ¡Honestamente, es un puto mago!” Al recordar cómo empezó esta colaboración, añade: “¡Da mucho nervio enseñarles a tus compañeros algo que has hecho por si piensan que es una mierda!”
“Nos tomamos unas cervezas, le puse algunos demos, y al día siguiente me preguntó si quería grabar el disco. Iba a grabarlo yo solo, pero todo se juntó de una manera tan natural. Hizo todo el álbum en, como, cuatro días. Le expliqué antes que quería crear un entorno que se sintiera como la frenética desarticulación de la pérdida, y creo que realmente lo entendió y se entusiasmó con eso. Le di total libertad, y creo que realmente se nota.”
Al ser un proyecto tan informado por una parte de la vida de Chilli que, en muchos sentidos, lo ha definido, él quiso remontarse a su juventud, inspirándose en algunos de los nombres más grandes del indie-rock de finales de los 90 y principios de los 2000 y del alt-folk, combinando catarsis gutural y honestidad lírica para imitar el viaje fuera de eje del duelo y la pérdida.
“Cuando pensaba en influencias, volvía una y otra vez a ser un niño rodeado de mis primos que me presentaron a Smashing Pumpkins y Elliott Smith, así que musicalmente quería tener elementos de eso. Me metí todo lo profundo que pude para construir la imagen de mí en esa época, para tener una filosofía junto a los sonidos.”
“Todas las voces suenan raras porque lo grabamos todo en directo”, continúa, “estaba rechazando ese mundo pop en todo lo que podía. No tomé muchas decisiones musicales salvo que, si había algo que me diera aunque fuera un poco de vergüenza ajena, no pasaba; Rudy [Greaves, cofundador de Dead Dads Club] y yo solo hicimos cosas que realmente nos entusiasmaban.”
Este es un álbum que, por supuesto, Chilli nunca habría querido verse obligado a escribir, pero es difícil no sentir que este momento en su carrera fue obra del destino.
“Hacerme padre, inspirarme en los chicos de Fontaines —no quiero caer en lo cursi— pero me siento bendecido. Todo chocó a la vez de una manera tan brillante. La gente dice que nunca es el momento adecuado, pero no puedo decirte cuánto es este el momento adecuado para mí.”
‘Dead Dads Club’ sale el 23 de enero de 2026 vía Fiction.
Amie Blu creció rodeada de música; formaba parte del tejido de su hogar de la infancia en Bromley, al sureste de Londres. La sala de estar hacía las veces de
Para el cuarto álbum de Wolf Alice, 'The Clearing', la banda se ha mudado a una habitación de hotel más grande en el plano astral. Hay un brillo que contrasta con la aspereza de
Lil Baby ha compartido su nuevo proyecto 'The Leaks'. El rapero ha estado adelantando el proyecto durante varias semanas y está diseñado como una experiencia centrada en los fans.
YARD vuelven con un nuevo proyecto, «EP #2». Cerrando una impresionante racha de lanzamientos este año, el grupo afincado en Dublín obtuvo la máxima puntuación una vez
Volveremos al local del este de Londres para celebrar nuestra nueva edición doble el 9 de diciembre.
El artista y productor del norte de Londres Jasper Tygner lanzará su álbum debut 'Blue' el 6 de marzo de 2026. Conocido por su exuberante diseño sonoro y
Tras un período en la periferia musical y una invitación fortuita para unirse a Fontaines DC en la gira, Chilli Jesson se sintió revitalizado y listo para afrontar su mayor desafío hasta la fecha: procesar el duelo por la pérdida de su padre a través de su nuevo proyecto Dead Dads Club.